Cuando el Tiempo se Vuelve Visible
Un díptico cinematográfico sobre “In Time” y “About Time”
Hay preguntas que evitamos formular porque sus respuestas nos desarman. Una de ellas, quizá la más incómoda, es esta: ¿qué harías si pudieras ver exactamente cuánto tiempo te queda?
El cine ha explorado esta pregunta desde múltiples ángulos, pero pocas veces con la precisión existencial que encontramos en dos películas aparentemente distintas:
In Time (2011) de Andrew Niccol y
About Time (2013) de Richard Curtis.
Juntas, conforman un díptico involuntario sobre la finitud humana. Una nos muestra la muerte como presencia constante, visible, innegable. La otra revela que incluso con poder sobre el tiempo, la impermanencia permanece. Ambas nos devuelven a la misma verdad: somos seres que saben que van a morir, y ese saber lo cambia todo.
In Time: Cuando la muerte tiene números
En el universo de Andrew Niccol, cada persona lleva un contador luminoso en el antebrazo. Verde fosforescente, contando hacia atrás: años, días, horas, minutos, segundos. Cuando llega a cero, el corazón se detiene.
No es una metáfora. Es la literalización de nuestra condición más fundamental: somos tiempo que se agota.
Lo perturbador no es la premisa fantástica, sino su honestidad brutal. Todos llevamos ese contador, solo que no podemos verlo. Niccol simplemente lo hace visible, y en esa visibilidad está todo el horror y toda la verdad.
Los personajes no pueden olvidar su mortalidad. Cada vez que miran la hora, ven su vida restante. El reloj no perdona, no se pausa, no olvida.
Hay una escena devastadora: una madre corriendo hacia su hijo, su contador acercándose a cero. Muere a metros de él, con la mano extendida. No hay música dramática, no hay cámara lenta. Solo el silencio repentino cuando los números llegan a 00:00:00.
La paradoja de la abundancia temporal
La película revela una paradoja devastadora: los que tienen siglos de vida se mueven con lentitud cautelosa, casi muertos en vida. Tienen tanto tiempo que temer perderlo se ha vuelto su única ocupación. Son inmortales técnicamente, pero han dejado de vivir.
En cambio, aquellos que viven con poco tiempo desarrollan una intensidad vital extraordinaria. Will Salas corre porque cada segundo cuenta. No tienen tiempo para la cautela, para la postergación, para el miedo paralizante.
La revelación: quienes más cerca están de la muerte son quienes más vivos están. La abundancia de tiempo genera pobreza existencial; la escasez de tiempo produce riqueza vital.
About Time: El poder que no puede vencer a la impermanencia
Richard Curtis nos presenta a Tim Lake, un joven que puede viajar en el tiempo. Pero no es el viaje temporal de las grandes epopeyas. Es doméstico, personal, limitado. Solo puede volver a momentos que ya vivió.
Al principio parece un don maravilloso. Puede repetir primeras citas hasta que salgan perfectas. Puede evitar momentos embarazosos. Pero Curtis tiene algo más profundo en mente: mostrar que incluso con poder sobre el tiempo, la impermanencia es invencible.
Los límites del control temporal
La verdadera lección comienza cuando Tim descubre lo que no puede hacer:
- No puede evitar que su padre muera de cáncer
- No puede salvar a todos de sus dolores
- No puede vivir en el pasado sin perderse el presente
- No puede detener el flujo del tiempo, solo navegarlo de forma distinta
Hay una escena reveladora: Tim juega tenis de mesa con su padre en el sótano, un momento perfecto de intimidad y risa. Más tarde, intenta recrearlo exactamente viajando al pasado, pero descubre que no puede. La magia del momento original se resiste a la repetición calculada. Los gestos espontáneos, las palabras que surgieron naturalmente, la química específica de ese instante único, no se pueden fabricar nuevamente.
Tim intenta crear el día perfecto, pero descubre que la perfección es una trampa. Los momentos más hermosos surgen de lo inesperado, lo imperfecto, lo irrepetible.
La impermanencia no es un defecto del momento; es lo que lo hace precioso.
Germán A. DeLaRosa
La sabiduría final
El padre de Tim le enseña el secreto antes de morir: no se trata de cambiar el pasado sino de estar presente. Su consejo es vivir cada día dos veces: la primera con ansiedades normales, la segunda con atención plena.
Pero Tim descubre algo más profundo: eventualmente no necesitas vivir los días dos veces. Puedes aprender a vivir cada día como si ya supieras que es valioso, que es único, que no volverá.
Dos rostros de la finitud
In Time y About Time representan dos formas de relacionarnos con nuestra mortalidad:
In Time – La muerte visible:
- Cada acción se vuelve significativa
- La vida se intensifica bajo presión
- El presente se vuelve urgente
- El tiempo es cantidad pura: números descendiendo
About Time – La muerte controlada:
- El control es ilusorio
- La repetición no elimina la pérdida
- La aceptación es más poderosa que el control
- El tiempo es cualidad pura: cómo lo habitas
Ambas convergen en una verdad: no es la duración lo que da sentido a la vida, sino la consciencia.
Las lecciones del díptico
Entre la urgencia y la aceptación
Necesitamos ambas perspectivas para vivir plenamente:
ProyectoTrípode
La urgencia sin aceptación genera ansiedad. Solo ver el contador descendiendo crea pánico constante.
La aceptación sin urgencia genera complacencia. Olvidar la finitud lleva a postergar indefinidamente lo esencial.
Juntas crean algo más sabio:
Una vida consciente de su brevedad y por eso mismo luminosa.
El tiempo como misterio
Nuestra cultura trata el tiempo como un problema a resolver: cómo optimizarlo, estirarlo, aprovecharlo. Pero estas películas sugieren algo distinto: el tiempo es un misterio ante el cual la única respuesta apropiada es el asombro.
- Asombro ante su fugacidad (In Time)
- Asombro ante su irrepetibilidad (About Time)
- Asombro ante el hecho de existir, sabiendo que dejaremos de existir
- Las escenas que permanecen
De In Time: Henry Hamilton sentado en el puente al amanecer, sus últimos segundos contándose en su brazo. Por primera vez en décadas, mira el sol salir con atención completa. Un siglo de existencia vacía termina con cinco minutos de vida plena.
De About Time: Tim caminando por la playa con su hijo, sin viajar al pasado, sin intentar mejorarlo, solo estando ahí. El niño recoge una concha. Tim la mira como si nunca hubiera visto una concha. La mortalidad es el lente que enfoca la belleza de lo ordinario.
Instrucciones para mortales conscientes
No desperdicies tu tiempo (In Time)
Pero no desperdiciar no significa ser productivo. Significa estar despierto. Significa no dejar que los días se vuelvan borrosos por la repetición.
Vive cada día como la segunda vez (About Time)
Con la atención de quien ya sabe qué va a echar de menos. Con la ternura de quien entiende que todo es despedida. Con el asombro de quien ve cada cosa como un milagro temporario.
La pregunta que queda
Después de contemplar el contador visible y el poder de viajar al pasado, queda una pregunta que late como un pulso:
Si supieras que te queda un año, un mes, un día, ¿qué harías distinto? Y su hermana más sabia: ¿Por qué esperar a saberlo?
- No escribo sobre la finitud para entristecer, sino para despertar.
- No hablo de la impermanencia para generar angustia, sino para invocar gratitud.
- Vivimos extrañamente: sabiendo que moriremos, pero olvidándolo constantemente. Estas películas son recordatorios luminosos de nuestra condición más extraordinaria: somos los únicos seres que saben que el tiempo se acaba. Y en ese saber está todo:
El dolor y la belleza, la urgencia y la paz, el miedo y el amor.
Germán A. DeLaRosa
El tiempo sigue corriendo mientras escribo estas líneas. También mientras las lees. Es el mismo tiempo… Es nuestro tiempo… y eso es exactamente lo que lo hace sagrado.
Germán A. DeLaRosa -Autor –
Si algo en esta página resonó contigo, no lo guardes. Alguien más podría necesitar estas palabras…